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Friday, April 01, 2005

[ENSAYOS] LOS CRITERIOS

Por José Repiso Moyano

No existen criterios relativos, porque los criterios ya por existir son absolutos y, además, los criterios siempre tienen una verdad emocional absolutamente, innegable; pero, a veces ésta es añadidura a la verdad objetiva que alcanzan, que descubren si son en realidad unos criterios objetivos y no subjetivos.


Así que no existe un valor relativo -no hay demostrado todavía alguno-, sino subjetivo. La esperanza, la tranquilidad no son valores relativos, porque ya siempre han sido y son valores subjetivos; pero, en claridad, no pueden ser relativos porque no pueden dejar nunca -ni por intenciones- de ser absolutos en la inherencia del ser humano.

Por lo tanto, si no pueden ser restringidos, negados de la realidad, no pueden ser sino absolutos en/con la realidad. Esto lo entiende hasta un niño, y está muy claro. No puede un ser humano vacilante negarlos de la realidad, a no ser que sea necio o no quiera saber ni lo que dice; también por un interés alguno se comprueba que manipula utilizando la mayor confusión posible.

Por otra parte,siempre se pueden cuestionar muchos decires, pero no la realidad; aunque cuestionar la verdad, la misma realidad, habitualmente ha sido el fácil recurso para los que no saben o no pueden rebatir algo. Y recurren al capricho, al digo porque lo digo, al tonteo, a la falacia en suma.

Ninguna verdad es cuestionable, lo que se cuestiona es lo que otros dicen de la verdad, de ella emocionalmente o erróneamente; es decir a esos que se han pasado de fantasía, que no la han hallado realmente, coherentemente, o que la disfrazan para un interés propio... manipulándola.

Sí, la verdad se busca por cuestiones; pero no se cuestiona la verdad, el hecho real. Por ejemplo, si un cirujano trasplanta con eficacia un corazón, lo ha hecho y es incuestionable: el resultado, el hecho.

Sí, se puede cuestionar el resultado éticamente, religiosamente, políticamente; pero el hecho en sí mismo no. Por ejemplo, si un niño no come se morirá de hambre; y ya al hecho se le puede cuestionar los motivos desde responsabilidades individuales, ambientales o sociales, pero el hecho en sí mismo como verdad o como realidad es incuestionable, existe.

O sea, aunque Arquímedes no hubiera encontrado o advertido las fuerzas que actúan en la palanca, esas verdades estarían por encontrarse; por lo que la realidad se conoce o no, se reconoce o no -es eso lo que se ha de cuestionar y no la palanca en sí como realidad.

1 Comentarios:

At 9:18 AM, Anonymous Anonymous dijo...

LO QUE IMPORTA COMO PRIORIDAD SIEMPRE SON LOS HECHOS


Todavía hay una demonización de ciertas palabras como tabúes. Así si una persona dice que odia de momento se le señala con la marca negra, al margen incluso de sus hechos.
Pero toda persona odia, envidia, presume, ambiciona, es egoísta, etc., irremediablemente, porque esas acciones son vitales, son sociales, se desprenden de una reglas sociales, aunque no se reconocen porque sí ha sido un tabú el no reconocer eso, el ser consciente de ello, el aceptar las cosas como son:
"Odio, vida: ¡cuánto odio sólo por amor!" Miguel Hernández

Lo que pasa es que unas actitudes se remiten a una escala de valores, otras a otra escala de valores y algunas a ninguna, porque simplemente se desarrollan por destruir por la falta de una conciencia y por una educación basada en hábitos de destrucción; de tal modo se odia al otro por competir con él, por tenerlo siempre por debajo de él, por morbosidad, por dominarlo.

Bien, por otra parte, a la madre que le han asesinado su hijo siempre esperará
(y esperar ya con la conciencia de un dolor en concreto es claramente resentimiento) una justicia o una disculpa o cualquier reacción que a ella se le reconozca (esto es dignidad) que se le ha asesinado su hijo; y no por ninguno sino por alguien en responsabilidad.

Así es, en claridad no existe dios ni religión sin un juicio (que le importe igual una acción que otra), no existe ética sin juicio (que no valore las acciones humanas ante una escala de valores), no existe sociedad sin algún tipo de ética (que compensa responsabilidades); por lo tanto, estos tres factores o pilares éticos por defender esfuerzos y valores estarán resentidos o ansiosos hasta que no cumplan su misión: el defender esos valores para todos igual, y que su aplicación se lleve a cabo.

¿Cómo puede perdonar una mujer violada sin resentirse o sin tener en conciencia el daño recibido?, ¿cómo perdonar la violación sino no se concibe como daño la violación de antemano?, ¿cómo puede ser un dios justo y lleno de perdón si no concibe primero en concincia qué debe perdonar, qué, y a quién?

En fin, no seamos tontos a estas alturas de todo: Nunca se tiene una conciencia ética si no se da o se aplica un discernimiento ético de unas acciones con respecto a otras y, así, en consecuencia, se advierte un daño; por lo que ¡siempre! innegablemente se hace consciente el daño y después se confronta -o se espera que se haga- con las medidas o con la reacción justa que se ha de perdonar.

Una mujer violada no, no puede decir: "perdono pero… no sé", sino es consciente de a qué se refiere en concreto y, además, de si el violador ya ofrece motivos de perdón o si también existe un reconocimiento por parte de la sociedad para que así sea.

Para perdonar primero se ha de ser consciente de lo que se perdona, del daño; y, luego, existe también un resentimiento basado en una vigilancia sobre la actitud del otro si en verdad da motivos para que lo perdone (además de que perdonar “per se” ya es un juicio, una valoración personal).

En definitiva, cada actitud es consecuente con una escala de valores si es que existe; es decir va vinculada a ella. Alguno puede odiar, pero puede odiar con respecto a lo que ama o, por el contrario, con respecto a su odio sistematizado en todos sus hechos.

José REPISO

 

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